No es un diario, ni un book, ni un cuaderno de bitácora al uso.
Es el lugar donde guardo un poco de esto y de aquello.

Cosas que he hecho y que voy haciendo, que hago, que haré. . . y ahora voy, y te lo cuento.

sábado, 18 de diciembre de 2010

1001 libros infantiles que hay que leer antes de crecer


Un libro imprescindible para los amantes de la literatura infantil y juvenil. Una guía de obras claves de la LIJ de todo el mundo.
Publicado por Grijalbo, 2010

«Un trabajo largo y pormenorizado que ha contado en cada país con expertos en literatura infantil y juvenil. En el caso de España, esta tarea ha recaído en Estrella Borrego, cordobesa afincada en Barcelona...» EL PAÍS, 18 DE DICIEMBRE, 2010

(el comentario de la periodista es buenísimo. Se ve que lo que más le impresionó de mi Currículum fue el hecho de ser cordobesa!!).

Fuera de bromas. Para mí fue un placer trabajar en ese libro. Escribí las reseñas de los libros seleccionados para la edición española y traduje una buena parte del resto. Pero además me lo leí de cabo a rabo añadiendo, corrigiendo y confrontando datos. Lo que os digo: un lujazo.

jueves, 1 de abril de 2010

Cuando Andersen era un patito feo


Niños y niñas eternamente, Alison Lurie, Fundacion German Sanchez Ruiperez.

No es la primera vez que un ensayo nos habla de la cualidad terapéutica de la literatura, o de su inexorable vínculo con la vida. Este libro de ensayos de Alison Lurie, el segundo dedicado a la literatura infantil después de No se lo cuentes a los mayores, propone un viaje a través de algunos de los clásicos infantiles (muchos de ellos norteamericanos), efectuando una parada en las motivaciones, las experiencias y sobre todo los conflictos personales de sus autores.
Alison Lurie, novelista y profesora estadounidense, ganadora del premio Pullitzer en 1985, consigue husmear en la vida de Andersen, Beatrix Potter, Salman Rushdie,  o J. K. Rowling, entre otros, y crear un ensayo que combina con inteligencia el apunte biográfico, el análisis literario y la crítica reflexiva.
Y así averiguamos que Andersen inició su vida como un patito humilde y torpe y consiguió trasformarse a sí mismo en un cisne; que Salman Rushdie escribió Harún y el mar de las historias, un relato llena de humor y fantasía, con el peso de una amenaza de muerte sobre su espíritu; o que El Mago de Oz rezuma el feminismo de la esposa del autor…
Su estilo, nada academicista, satisface el placer voyerista de las tomas falsas o el making off, sin alejarse del rigor investigador y la maestría narrativa. Su lectura nos hace un poco más sabios, nos motiva a releer los clásicos buscando entre líneas, pero, sobre todo, nos confirma la sospecha de que la literatura infantil es cualquier cosa menos inocente.