No es un diario, ni un book, ni un cuaderno de bitácora al uso.
Es el lugar donde guardo un poco de esto y de aquello.

Cosas que he hecho y que voy haciendo, que hago, que haré. . . y ahora voy, y te lo cuento.

jueves, 1 de abril de 2010

Cuando Andersen era un patito feo


Niños y niñas eternamente, Alison Lurie, Fundacion German Sanchez Ruiperez.

No es la primera vez que un ensayo nos habla de la cualidad terapéutica de la literatura, o de su inexorable vínculo con la vida. Este libro de ensayos de Alison Lurie, el segundo dedicado a la literatura infantil después de No se lo cuentes a los mayores, propone un viaje a través de algunos de los clásicos infantiles (muchos de ellos norteamericanos), efectuando una parada en las motivaciones, las experiencias y sobre todo los conflictos personales de sus autores.
Alison Lurie, novelista y profesora estadounidense, ganadora del premio Pullitzer en 1985, consigue husmear en la vida de Andersen, Beatrix Potter, Salman Rushdie,  o J. K. Rowling, entre otros, y crear un ensayo que combina con inteligencia el apunte biográfico, el análisis literario y la crítica reflexiva.
Y así averiguamos que Andersen inició su vida como un patito humilde y torpe y consiguió trasformarse a sí mismo en un cisne; que Salman Rushdie escribió Harún y el mar de las historias, un relato llena de humor y fantasía, con el peso de una amenaza de muerte sobre su espíritu; o que El Mago de Oz rezuma el feminismo de la esposa del autor…
Su estilo, nada academicista, satisface el placer voyerista de las tomas falsas o el making off, sin alejarse del rigor investigador y la maestría narrativa. Su lectura nos hace un poco más sabios, nos motiva a releer los clásicos buscando entre líneas, pero, sobre todo, nos confirma la sospecha de que la literatura infantil es cualquier cosa menos inocente.